Una experiencia inolvidable

Todo comienzo está cargado de expectativas e incertidumbres.  

Salir de la zona de confort, de lo conocido, te lleva a experimentar nuevas emociones. 

Fue maravilloso el transitar cada sábado con este grupo de ovejas negras, animadas, expectantes, llenas de cuestionamientos. Cada encuentro presencial nos conjugábamos en sonrisas, abrazos y experiencias de lo practicado en la vida de cada uno.  

El cambio de mirada nos iba proporcionando habilitaciones a nuevas creencias potenciadoras de las que nos alimentan la autoestima y nos llenaron el alma. 

Agradezco a cada uno de Uds. a los que comenzaron y concluyeron; a los que quisieron comenzar y algo todavía los distrae, todavía no sienten que sea el momento; a los que comenzaron y quedaron en el camino analizando lo visto y tratando de acomodarlo en el cuerpo, el corazón y el alma. Todo lo incorporado está recorriendo nuevas conexiones sinápticas y sigue modificando la estructura básica que les hacía ruido, que les incomodaba y les incomodará; porque esto es un comenzar cada día.  

El recorrido es interminable, es a cada segundo, todo el tiempo reinventándonos, rediseñándonos, aprendiendo a desaprender. Viviendo el mejor momento de la vida “EL AHORA, EL PRESENTE”. 

Agradezco cada mirada matinal, cada mensaje, cada aporte, cada ejemplo, cada caso resuelto en vivo, cada vivencia llena de risotadas compartida en el rebaño. Agradezco el final de este comienzo, en el que me pidieron no dejarnos de ver, de seguir creciendo en grupo, de alimentar esta empatía con la que hicimos simbiosis.  

Los amo, y no los extrañaré porque seguiremos creciendo e incorporando a nuestro rebaño a otras ovejas negras, que esperamos con los brazos abiertos y el corazón a pleno para acompañar en este recorrido.